domingo, 28 de octubre de 2012

AUMENTAR MI MASA SIN AUMENTAR MI GRASA: ¿CÓMO HAGO PARA SUBIR LIMPIO?


En otras palabras: te diste cuenta que le falta un poco más de papa al caldo, quieres subir de peso, aumentar masa, pero sin el consecuente incremento de porcentaje de grasa corporal que traería cualquier dieta de volumen, entonces te haces la pregunta del millón: ¿Cómo hago para aumentar mi volumen sin aumentar mi porcentaje de grasa? Dicha hazaña se lleva a cabo cuando combinas dos etapas importantes durante tu programa de entrenamiento y alimentación: volumen y definición.

el volumen de muchos...
1. Volumen.- En esta etapa tu prioridad será aumentar tu masa muscular. Es la etapa en donde se incrementa el consumo de carbohidratos y el entrenamiento de fuerza máxima. Mientras que estés en volumen debes comer los carbos suficientes para estar siempre recargado y el músculo se pueda recuperar perfectamente.  Usualmente se realiza en invierno ya que el frío te exige estar más abrigado, entonces tratas de coger el mayor peso posible para aumentar tu masa muscular y llegar preciso para definir unos meses antes de verano. Pero el error que muchos comenten en esta etapa es ingerir todo tipo de carbohidratos con la excusa de estar "en volumen", incluyendo refinados, procesados, azúcares, entre otros, lo que obviamente va a influir en la calidad del peso ganado ya que no será solo músculo sino grasa y agua. Para lograr subir un músculo de calidad, lo ideal es que tus carbos sean principalmente complejos y que contengan fibra. Las mejores fuentes son el arroz integral, camote, pan de grano entero integral, las pastas integrales, algunas frutas y nuestra mejor amiga la avena. Otro detalle es jamás dejar de lado el consumo adecuado de proteína en cantidades necesarias (aprox  1.8 - 2gr por cada kg. de peso) así como grasas de fuentes saludables como aceite de oliva, palta, frutos secos, algunas semillas, yemas, etc.
... la definición de pocos.

2. Definición.- Subiste todo el peso que querías, sientes que tienes más volumen pero sigues viéndote "borrado", no se nota aún la definición ni el tono muscular. Llegó la hora de perder esa grasita que ganaste en tu etapa de volumen. Para definir tendrás que trabajar duro y parejo en dos puntos claves: la dieta y el ejercicio cardiovascular. El ejercicio cardiovascular debe aumentar en la etapa de definición para quemar más grasa, y la mejor forma de quemar grasa es realizar tres o cuatro sesiones de cardio a la semana combinadas con pesas, siempre después. En cuanto al peso de tu rutina ya sea en volumen o definición deberás mantener la misma intensidad, aunque el peso en la etapa de definición siempre se baja debido a una sencilla razón: se tiene menos energía para cargar más peso. El clásico error que se ve en esta etapa le sucede generalmente a las mujeres: bajan sus repeticiones y sus pesos porque no quieres estar "grandes". Si te matas haciendo 50 repeticiones de curl de bíceps con mancuernas de medio kilo, pues esto no te ayudará ni a quemar grasa ni a definir el músculo. No tengas miedo a crecer muscularmente, si haces una dieta baja en carbos es difícil que tus músculos crezcan desmesuradamente, por lo tanto trabaja siempre en un rango de repeticiones no superiores a 12 por serie. Pero el hecho que no varíe la intensidad entre ambas etapas, no quiere decir que no se trabajen con rutinas diferentes. Cuando estás en definición se suele trabajar con superseries, biseries, triseries o series gigantes debido a que esto hace que tu corazón eleve su ritmo cardíaco, convirtiendo al ejercicio un poco más aeróbico con el único fin de consumir más calorías y en definitiva ayudar a quemar más grasa en cada sesión.

Combinar las dos etapas, es posible?

Comer ceviche con huevo es posible? Sí es posible, lo puedes hacer si te aguantas el sabor. Igualmente puedes  ganar músculo sin subir tu nivel de grasa o ganar músculo y a la vez perder grasa, si te aguantas toda la preparación minuciosa, disciplina, paciencia y sacrificio que eso conlleva. Sin olvidar que la genética aquí es muy importante. Porque hasta el más avanzado de los atletas te podrá confirmar que no es tarea fácil. Cada comida debe ser medida meticulosamente gramo por gramo, con un control absoluto de la ingesta de carbos, tanto en la cantidad como en el momento exacto en el que hay que consumirlos. Para ello uno se debe conocer al máximo, saber cuándo son necesarios esos aportes de energía, cuánto se quema en cada actividad, qué exigencia metabólica tiene cada actividad cotidiana, cuántos residuos se eliminan a cada momento, cómo responde el cuerpo a los diferentes estímulos, entre otras cosas. Ahora, todos estos factores son difíciles de cuantificar en corto y mediano plazo, ya que primero tienes que conocer tu cuerpo al milímetro y ver lo que te funciona A TI, sin guiarte de lo que le pudo hacer bien a tu amigo o conocido y sólo a largo plazo podrás apreciar cambios significativos. Para que lo puedas entender mejor:  si  tu etapa de volumen te tomó 6 meses y tu etapa de definición 4 meses, en los cuales obtuviste 2kg de masa muscular magra, realizando una dieta limpia para obtener los mismos 2kg de masa muscular magra te tomaría aproximadamente dos años.

¿Cuál elegir?

Lo que deberás hacer primero es un análisis de tus prioridades. Si lo que quieres es ganar masa muscular sustancial en un periodo anual, definitivamente deberás optar por una etapa de volumen primero y luego definición, aunque inevitablemente perderás algo de músculo (si lo haces de manera "natural" claro). Lo más importante es hacer un plan de trabajo exclusivo donde se detalle meticulosamente tu entrenamiento y alimentación, los que te ayudarán a llegar a tu objetivo de manera correcta. 

domingo, 21 de octubre de 2012

MITO DEL DÍA: LA DIFERENCIA ENTRE HACER CARDIO Y QUEMAR GRASA




Son las máquinas más peleadas por todos al inicio o final de la rutina, y peor si hay pocas en tu gym, porque entonces se forman colas interminables para usarlas y el que se queda más de 20 minutos termina siendo la persona más odiada por todos los que están esperando su turno. Sí, son esas máquinas: elíptica, bicicleta, faja, escaladora, que cuando te subes quieres ponerlas a máxima velocidad y terminar empapado de sudor, exhausto pero feliz porque ya quemaste el postrecito del almuerzo.

En tu mente solo está una cosa: más velocidad = más sudor = más calorías quemadas = menos grasa = menos panza = mejor cuerpo = VERANO 2013.

Pero esta no es la mejor ecuación de todas.. hay una diferencia entre hacer cardio y quemar grasa. El ejercicio cardiovascular o ejercicio aeróbico es un tipo de ejercicio que requiere el movimiento de grandes grupos musculares durante un periodo mantenido de tiempo, el cual eleva tu ritmo cardíaco a un mínimo del 50% de tu Frecuencia Cardíaca Máxima. Aunque ambos son ejercicios cardiovasculares, la diferencia está en el nivel de elevación de tu FCM. Son dos zonas de trabajo distintas, inclusive así te lo indica los colorcitos de la máquina a la que te subes cuando escoges el programa. La confusión se da porque la mayoría cree que sudar es sinónimo de quemar grasa, cuando no es así. El sudor es simplemente la manera en que tu cuerpo auto regula su propia temperatura, tu aire acondicionado natural por así decirlo, y lo único que pierdes en ese momento es agua.

Veamos qué significa cada zona de trabajo y que beneficios te trae según tus objetivos:

1. La Zona Cardio.- En esta zona trabajarás a un nivel intenso, ya que mantiene tu ritmo cardíaco elevado entre el 70-80% de tu Frecuencia Cardíaca Máxima (FCM).

La fórmula tradicional para saber cuál es tu FCM es la siguiente:

Frecuencia Cardiaca Máxima = 220 – (tu edad en años), y si a eso le sacas el 70 - 80% tendrás tus pulsaciones para ejercicio cardiovascular intenso.

Ejemplo para una persona de 30 años: 
220- 30 = 190 * 80% = 152 pulsaciones por minuto.

Durante este tipo de entrenamiento, tu cuerpo utiliza carbohidratos como la principal fuente de energía. Este es el tipo de ejercicio que, como su nombre lo dice, te ayudará a mejorar tu capacidad cardiopulmonar: más capacidad de oxigenación, más resistencia cardíaca,  mejora tu pulso, aumenta tu metabolismo, mejora tus articulaciones, mejora tus niveles de colesterol y reduce tus niveles de stress. Hacer más ejercicio de este tipo mejora tu resistencia y puede marcar la diferente entre correr 5 cuadras y morirte en el intento o seguir hasta completar la vuelta al Pentagonito y terminar fresco como lechuga.  El tema aquí es que durante este ejercicio no estás quemando grasa, lo que quemas en el instante son calorías provenientes en su mayoría de los carbohidratos, ya que al ser un ejercicio explosivo requiere de un sustrato energético de rápida disponibilidad. Y si quieres que realmente haga efecto en tu cuerpo es solo cuestión de matemáticas:  
menos calorías consumidas + mayor gasto calórico = pérdida de peso = ÉXITO !

2. La Zona Quema Grasa.- Este también es un ejercicio cardiovascular, pero debido a que la intensidad de este ejercicio es baja, lo debes realizar por mucho más tiempo para que haga su efecto, que sucede aproximadamente a los 40 minutos de empezado el ejercicio. Las pulsaciones deberán mantenerse entre el 60 - 70 % de tu FCM.

Utilizando el ejemplo de alguien de 30 años:  
220 - 30= 190 * 70% = 133 pulsaciones por minuto.

Se dice que este ejercicio "quema" grasa pero en realidad lo que hace tu organismo es oxidar las grasas mediante un proceso metabólico lento para transformarla en energía. Esta grasa proviene en parte también de tus reservas: rollos, panza, llantas y todo eso que quieres desaparecer.
Este entrenamiento de baja intensidad se recomienda para los que están con sobrepeso o no están acostumbrados al ejercicio. Es importante construir una base aeróbica antes de pasar al entrenamiento de alta intensidad.



¿Y cuál es la diferencia entonces?

La diferencia está en que si quieres perder peso es más importante tener en cuenta la cantidad de calorías quemadas durante el entrenamiento frente a la cantidad de grasa utilizada.

Ambas zonas están diseñadas para mantener tu ritmo cardíaco dentro de tu rango objetivo. La cantidad de calorías que quemas está directamente relacionada con la intensidad del ejercicio. En realidad el cuerpo utiliza la grasa como fuente primaria de combustible durante el ejercicio de baja intensidad. Alrededor del 60 % de las calorías quemadas provienen de la grasa, pero para la pérdida de grasa en general, lo que más importa es la diferencia entre el número de calorías que gastas y el número de calorías que consumes de tus alimentos.

Independientemente de la zona en que te encuentres, en ambas igual llegarás a tu objetivo de reducción de peso. Sin embargo la zona cardio te ayudará a quemar más calorías en corto tiempo debido a su intensidad. Si tu objetivo es solo la pérdida de peso, en realidad es indistinto quemar calorías provenientes de los carbohidratos o de las grasas. Así que enfócate directamente en hacer que tus entrenamientos sean un verdadero reto, un mínimo de 25 minutos a una hora dependiendo de la zona aeróbica. Y recuerda finalmente que más importante que tu actividad física, deberás llevar un adecuado plan de alimentación que lo complemente.


viernes, 12 de octubre de 2012

MITO DEL DÍA: MACHO QUE SE RESPETA ENTRENA HASTA VOMITAR





"La intensidad del ejercicio puede ser medido por las ganas que te den de vomitar  y si no llegas a ese momento, tu entrenamiento no sirve". ..

Cuántas veces hemos escuchado o seguido este argumento de "entrenar hasta vomitar" pensando que llegar hasta tu límite es lo mejor porque significa que hiciste un buen trabajo y es la única manera que obtendrás buenos resultados. Machismo puro y duro.


LO QUE EN REALIDAD SUCEDE

Entrenar o correr hasta el máximo, sintiendo náuseas, mareos, falta de aire, sudoración, hormigueo no es en absoluto una señal que has tenido el mejor entrenamiento de todos. Por el contrario, vomitar es en realidad un mecanismo de defensa del sistema nervioso que indica que algo muy malo ha sucedido.  Es cierto que en todo plan de entrenamiento tiene que haber periodos de fuerza máxima para entrenar distintas habilidades, pero vomitar no necesariamente tiene que ver con llegar al fallo. Que empieces a sentirte mal en pleno entrenamiento generalmente se debe a lo siguiente:

1. La adaptación.- Tu primer día en el gym. Tu entrenador te dice camina 15 minutos en la faja para calentar y tú ya vas por los 30 minutos corriendo a velocidad máxima feliz porque estás sudando a mares quemando el postre del almuerzo. Terminas y apenas pones un pie en el piso sientes que te falta el aire, que te vas a desmayar se te baja la presión y sufres una descompensación total. Este es el clásico error de principiante, cuando en tu primer día de entrenamiento buscas acabar empapado de sudor o adolorido para tener la certeza de haber hecho un buen trabajo. Existe una fase en todo programa de entrenamiento que se llama adaptación, que es justamente acostumbrarte primero a una rutina, a cierto ejercicio, lo que te prepara para mayores cargas de trabajo que exijan un gran esfuerzo de todo tu cuerpo y a este punto no se llega de un día para otro. No pretendas correr si no sabes caminar.

2. La intensidad.- Cuando se hace ejercicios a altas intensidades, como carrera continua muy larga, entrenamiento con series o con cargas elevadas hasta alcanzar el fallo muscular, se consumen grandes cantidades de carbohidratos. Las mitocondrias son órganos celulares que usan el oxígeno para convertir los carbohidratos en energía. Si no hay suficiente oxígeno, las células deben fabricar energía de una forma diferente y a través de una serie de procesos metabólicos se obtiene ácido láctico como subproducto.

Los síntomas de una concentración excesiva de ácido láctico en sangre son fatiga muscular, nauseas, vómito, dolor abdominal, respiración acelerada con dificultad, cansancio extremo, manos y pies fríos y anomalía en los latidos del corazón.


3. La alimentación.- Es muy importante darle a tu cuerpo el combustible adecuado antes de entrenar para que pueda responder correctamente. El tiempo que le toma a tu organismo digerir una comida pequeña es generalmente dos a tres horas. Y la palabra clave aquí es PEQUEÑA, o sea olvídate de comer ese calentado que quedó del almuerzo y arrancar al gimnasio. Si has comido algo justo antes de entrenar y no has respetado la cantidad necesaria o el periodo de digestión, y empiezas a entrenar a mayor intensidad o por un periodo largo entonces lo normal es que tu cuerpo trate de oxigenar el área que está siendo trabajada y toda la sangre se vaya a donde más lo necesite en ese momento que pueden ser tus piernas, tu espalda, etc., paralizando la función digestiva que no es prioritaria. Pero como la digestión también requiere de mucha sangre, y el sistema digestivo sufrió un corte, esto usualmente viene acompañado de mareos, escalofríos, náuseas, vómitos, calambres, sudoración, etc, lo que te imposibilita seguir el ejercicio con la misma intensidad, parar por completo o incluso puede llevarte al desmayo.

Entonces en vez de preocuparte por tener un balde cerca cuando hagas tus sentadillas o corras en la trotadora, mejor toma en cuenta las siguientes recomendaciones para que tengas una sesión de entrenamiento plena y sin interrupciones:

1. Entrena progresivamente.- siempre empieza por entrenar de la manera correcta y no exigirte demasiado al principio, acostúmbrate a los ejercicios y a las cargas primero para que puedas de a pocos ir aumentando la intensidad. Sudar no es sinónimo de quemar calorías. Ejercer demasiada fuerza cuando tu cuerpo no está preparado para esfuerzos excesivos podría llevarte a sentir náuseas, mareos e incluso desmayos. En lugar de preocuparte por las calorías que estás quemando, enfócate en preparar a tu cuerpo para mejorar tu adaptación a la fatiga y entrenar con cargas intensas más adelante. Si en algún punto de tu rutina sientes malestar, para un momento, respira bien y descansa. Recuerda que el cuerpo es una máquina perfecta y si te sientes mal es porque algo anda mal.

2.- Aliméntate adecuadamente.- una comida pre-entreno deberá ser ligera y con los nutrientes necesarios que te ayudarán a mantener un entrenamiento parejo, y deberás consumirla un promedio de dos horas antes si es alimento sólido y una media hora antes si es un batido de proteína.

3.- Descansa.- El descanso entre series es muy importante, pues ayuda a que tus músculos se recuperen y puedas continuar con tus ejercicios sin problemas.

4.- Hidrátate.- Mantener un nivel de hidratación adecuado es muy importante durante todo tu entrenamiento, ya que pierdes gran cantidad de líquido con el sudor. Bebe agua antes, durante y después.

5.- Vuelta a la calma.- Cuando dejas de hacer ejercicio abruptamente, tu corazón sigue bombeando sangre a las zonas de trabajo, dejando menos para el cerebro. Al dejar el ejercicio poco a poco, se va a regular tu ritmo cardíaco y se distribuirá el flujo sanguíneo más uniformemente a lo largo de todo tu cuerpo, de modo que te sentirás mejor después de tu entrenamiento.



La clave para un entrenamiento adecuado será encontrar tu punto de equilibrio, llegar a un estado de exigencia donde sientas que puedes continuar sin problemas, pues no exigirte nada tampoco traerá progreso. Conoce a tu cuerpo primero.


Por: Cecilia Carnero
Modelo Fitness
Nutricionista Deportivo
Personal Trainer

viernes, 5 de octubre de 2012

HOMBRES QUE NO ENTRENAN PIERNAS, MUJERES QUE NO ENTRENAN BRAZOS


Date una vuelta por cualquier gym y siempre vas a encontrar uno: ese chico que se mata haciendo curl de bíceps y full copa, pero no es capaz de hacer una sola dominada.. o ese que todas sus rutinas varían entre bíceps, triceps,  pecho, espalda, va cambiando su intensidad, aumentando pesos, logra crecer pero hay algo que se sigue viendo raro en él, todavía no sabes qué (probablemente porque siempre lleva ese short largo que le tapa las piernas, que mirándolo bien siguen igual desde que llegó) .. al igual que esa chica que pasa horas de horas dándole patada de glúteos y extensiones de pierna como loca, pero le pones una barra para hacer sentadillas y se va directo al piso... o esa otra que levanta siempre el mismo par de mancuernas de 1kg y su abdomen es tan duro como una gelatina. Qué es lo que sucede con estas personas que son el común denominador de todos los gimnasios? Por qué su cuerpo no es completamente agradable a la vista? Pues porque no han logrado la tan ansiada SIMETRÍA CORPORAL. Eso que te da armonía, igualdad, balance en toda tu forma, un trabajo parejo de la cabeza a los pies que se ve muy bonito al ojo y que causa admiración en vez de un ataque de risa.

Gracioso !!!

LO QUE ESTÁS HACIENDO MAL

Cualquier principiante siempre va a querer desarrollar primero lo que nunca ha tenido: unos bíceps grandes, un pectoral partido, unos hombros boleados,  pero cae en el error más común de obsesionarse por crecer rápido y termina creando un físico que no guarda armonía visual. Lograr simetría muscular es algo que debe trabajarse desde el principio ya que es la propia esencia de un cuerpo estético. Es como si decidieras trabajar tu torso primero y dejar las piernas para más adelante pensando que lo vas a emparejar luego. El cuerpo no se puede dividir de esa manera ya que nunca estará a la par con el resto y tendrás un físico desbalanceado.

..a lo Johnny ...

PRINCIPIO DE PRIORIDAD

Una vez que empiezas a entrenar, tienes que ir analizando las zonas que son tus punto débiles, ya que todos tenemos músculos que crecen sin mucho esfuerzo y otros que toman tiempo, lo cual es completamente normal. El principio de prioridad muscular sostiene que primero deberás identificar esos músculos débiles y darles prioridad durante tu rutina de entrenamiento atacándolos con mayor intensidad para que puedan mantenerse a la par con los músculos que te son fácil de desarrollar. Toma como guía siempre la parte superior de tu cuerpo e intenta llevar el resto a que guarde esa proporción. La paciencia será tu mejor aliado ya que deberás ir adecuando tus entrenamientos según lo que te indique el espejo.

LO QUE NO SABÍAS SOBRE ESOS MÚSCULOS QUE DEJAS DE LADO

Día de piernas: odiado por muchos,
amado por pocos.
Las piernas son esa zona que dejas de lado y las entrenas una vez al mes cuando te acuerdas. Te aburre, te cansa, te marea, te da náuseas, te molesta. Pero sabías que las piernas son uno de los grupos musculares más grande del cuerpo? Entrenarlas es un trabajo duro y sacrificado pues contienen un gran número de fibras musculares, las que requieren mayor cantidad de oxígeno. Además, la mayoría de ejercicios de piernas involucran otros músculos del cuerpo, osea al hacer piernas también trabajas brazos, hombros, estabilizadores de la columna, abdomen, etc.  De este modo el organismo tendrá un mayor estímulo para hacer crecer los músculos de todo el cuerpo.  Cuando haces sentadillas estás reclutando mucha más fibras musculares que haciendo brazos o pecho, consumiendo más energía y liberando más hormonas anabolizantes que favorecen la pérdida de grasa corporal. El estimular y ejercitar más cantidad de músculos ayuda a aumentar la producción de testosterona y hormona del crecimiento de forma natural. En el caso de las mujeres entrenar piernas ayuda a mejorar el estado general de caderas y glúteos, favoreciendo la circulación sanguínea y evitando la formación de nódulos de grasa y retención de líquidos que provocan celulitis.

Qué tal V !!
Otro músculo importante e igual de grande que no debes descuidar es la espalda. Un torso en forma de V es símbolo de que tu entrenamiento y dieta han sido excelentes. Tener la espalda grande hace que tu pecho luzca más ancho y abierto, con más volumen, y que la cintura parezca más estrecha con abdominales más compactos. Además realizar ejercicios de espalda involucran al máximo el trabajo de los bíceps y antebrazos.



En el caso de las mujeres, el entrenamiento del tren superior es muchas veces dejado de lado por miedo a convertirse en Phill Heath con peluca.
Algo así...
Por si no lo sabían, la testosterona es la causante de dicho crecimiento muscular y nuestro sistema hormonal no está diseñado para tremenda hazaña. Dejar de lado el entrenamiento de brazos, pecho, espalda y abdomen sólo hará que esa zona siga flácida y con cúmulos de grasa. La solución en este caso es trabajar estos grupos musculares con gran intensidad para lograr tonificarlos y nunca dejar de lado el entrenamiento del tren superior en general.

completamente solucionable !!!

Recuerden que un entrenamiento balanceado enfocado en lograr simetría corporal demandará dedicación y esfuerzo pero traerá múltiples beneficios como una mejor estética, reducción de porcentaje de grasa corporal, aumento de masa muscular, etc. De la misma manera deberás planear tu descanso y alimentación,  factores clave para tu desarrollo objetivo.