Comenzó oficialmente el mes de la Primavera, se van sintiendo ligeros rayitos de sol, días de un calor pre veraniego que nos recuerda que ya falta poco para cambiar el arsenal de nuestro armario por prendas un poco más ligeras y descubiertas. Pero con el acortamiento de nuestras prendas viene un poco más de piel, mostrar tu anatomía, esa que has estado cuidando todo el año. Porque la has estado cuidando no? NO? Bueno..
A sólo tres hojas de botar tu calendario de escritorio, te das cuenta que ya no falta nada para verano, época odiada por los gruñones que les molesta el calor, el sudor, la playa, la arena por todos lados, pero amada por los que cuentan las horas para tener un bronceado parejo y bañarse con aguita de mar. Pero qué pasa si a ti también te encantan la playa y el verano pero te da roche desvestirte frente a los demás porque no estás cómodo con tu cuerpo? Uno, te zurras en todos y pasa esto:
100% actitud |
Algo así. |
Pero a veces la desesperación y la costumbre de dejar todo a última hora te lleva a tomar medidas desesperadas y comprar lo primero que viste por ahí.
COMO LO VISTE EN TV !!
Nos bombardean de avisos, anuncios, promociones, marketing. Querer tener las cosas ya, con resultados inmediatos, nos alimenta esa necesidad consumista a la que tan acostumbrados nos tiene la publicidad. Dietas milagrosas, cremas que reducen centímetros, pastillas para bajar de peso, fajas maravillosas, tratamientos estéticos costosos, máquinas que hacen el trabajo por ti y un sinfín de productos que nos prometen máximos resultados lo más pronto posible con un mínimo esfuerzo. Y si tu escepticismo te dice que es demasiado bueno para ser verdad, pues entonces tienes toda la razón. La cruda realidad es que nada por lo que valga la pena luchar y tenga un efecto duradero va a ser fácil o rápido de conseguir.
Lo malo de lo que ves en televisión es que todos los productos EXAGERAN los resultados y si te lo compras y no ves los resultados que te prometieron te puedes decepcionar, desanimar y hasta rendir pensando que lo tuyo es caso perdido. Algunos de esos productos contribuyen, ayudan, pero no son la solución en sí. La única y verdadera solución es atacar el problema de raíz: cambiar tus malos hábitos, reeducar tu cuerpo para seguir una alimentación balanceada y saludable junto con la práctica de ejercicios. Ningún producto hace milagros ni te va a dar los resultados prometidos si no lo combinas con una excelente alimentación y actividad física.
Míralo de esta manera: Has venido acostumbrando a tu cuerpo a comer ciertos alimentos, ceder ante las ansias, alimentarte de lo que no debes, llegar a tu casa a ver TV y dormir, no hacer ejercicios, por unos… 10-15-20-30 años? Todos esos años de malos hábitos te han moldeado física y mentalmente de cierta manera, y es algo que no se puede cambiar de la noche a la mañana o en dos semanas. Por la misma razón un producto no va a cambiar tu físico de la noche a la mañana, o en dos semanas va a barrer con años y años de malos hábitos. La clave es ser pacientes con nuestro cuerpo y llevar a cabo un proceso gradual de enseñanza para que los resultados sean duraderos y sin ningún rebote.
LA VERDAD SOBRE ALGUNOS PRODUCTOS:
1. Batidos y suplementos para bajar de peso.- Existen varios, desde los tan famosos reemplazadores de comidas que contienen proteínas, vitaminas y minerales que te prometen bajar de peso en 1, 2 ó 3 meses, hasta más específicos como los quemadores de grasa, que dicho sea de paso sólo funcionan si haces ejercicios regularmente, no si eres sedentario. La verdad de los reemplazadores de comidas es que sí bajas de peso en el lapso prometido ya que dejas de almorzar, desayunar, cenar como solías hacerlo (seguramente mal) y solo te tomas un batido con la cantidad exacta de calorías que necesitas y listo. Fácil no? Pero así como empezaste a tomarlo de un día para otro, lo dejas de tomar de un día para otro, te confías, vuelves a comer como antes y.. rebote total. Culpas al producto. Cuando debiste educar primero a tu cuerpo para ni siquiera tener que comprártelo.
2. Pastillas milagrosas.- Las hay de todo tipo y para todos los gustos: las que inhiben la absorción de grasas, las que se expanden en tu estómago y generan saciedad, las que tienen propiedades diuréticas y aceleran pérdida de agua, las supresoras de apetito, las estimulantes que aceleran el metabolismo, las que limpian el colon y regulan tu sistema digestivo, etc. Algunas ayudan en cierta forma, unas más que otras y de forma más segura, otras te traen más efectos secundarios que beneficios, pero TODAS tienen el mismo efecto rebote que cualquier otro producto que te prometa milagros en tu cuerpo.
Ni siquiera son la misma persona !!! |
4. Tratamientos corporales.- Actualmente existen excelentes tipos de tecnología de última generación que trabajan a un nivel subdérmico. Estos tratamientos son solamente estéticos, porque ayudan a reducir células grasas bajo la piel y a contornear la figura. Pero no sirven si no lo complementas con una alimentación balanceada y ejercicios. Y por el número de sesiones que debes llevar y su alto costo deberás poner en la balanza si vale la pena y si piensas seguir un buen post tratamiento cambiando tus hábitos para prolongar el efecto.
5. Fajas y prendas.- Como ya lo había mencionado antes, sudar no es sinónimo de perder grasa. El sudor es solamente el aire acondicionado de tu cuerpo, tu refrigerante natural para enfriarlo nuevamente. No hay forma que una prenda te haga reducir medidas, perder peso, o tonificar. LO ÚNICO QUE PIERDES ES AGUA, ya que estar apretado y sudando la gota gorda te deshidrata por completo. Y toda esa agua que perdiste la vuelves a ganar una vez que bebes líquido. Otra cosa completamente distinta y que es otro tema son las fajas correctoras de postura, las fajas modeladoras (efecto cenicienta o de una noche) o las fajas para soporte de columna (cinturones) que sí son necesarias en el gym y al practicar deportes que exijan esfuerzo de cargas.
280 mil soles de multa le costó a esta conocida empresa publicitar este producto que lo único que te daba eran cosquillas. |
6. Máquinas y aparatos.- Aquí nuevamente todos exageran con los resultados, presentando modelos con cuerpazos completamente tonificados que usando solamente el aparatito por arte de magia convirtieron una panza fofa en una tabla de planchar. Nunca tanto. PERO aquí yo sí rescato el lado positivo: si te compraste una máquina que viste en TV es porque al menos tienes toda la intención de ejercitarte en tu casa, moverte, hacer algo, que es mil veces mejor que estar sentado viendo el comercial. Pero corres el riesgo de que no pase de intención y que termine empolvado en una esquina.
...o como colgador de ropa ... |
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